Es el hermano mediano de “Rácula” y no tiene donde caerse muerto… Vive en una mini-torreta de vampiro en el campo, cerca de la gran mansión. Lleva una capa negra, que da más o menos miedo, aunque lo verdaderamente impresionante de él es su terrorífica mirada…
Su secreto es que se pinta la raya del ojo por dentro con lápiz negro. Pero nadie lo sospecha… También lleva el bigotillo delineado con rotulador gordo…
El interior de su casa es oscuro y tenebroso… Acarrea siempre una linterna enganchada al cinturón, enfocando a su barbilla, para dar más susto… Sus super colmillos de fidela, con una mella en la paleta, le dan un toque estremecedor…
Duerme sentado en un ataúd...
Sólo cuando viene el cobrador de las facturas y se abre la puerta entrando la luz, se comprueba que su casa tiene tele, con mantelito de croché y toro incluido… En el porche de su mini castillo posee una maceta con una pata de jamón seca pinchada. Con ella lleva guisando -por los siglos de los siglos- la misma sopa sosa…
Un día a la semana viene su hermana a limpiarle la casa acompañada de su sobrino pesado, al cual odia porque le llama sin parar “tito favorito” y se pasa la tarde enganchado a su pierna… A veces ella le trae comida…
Se comunica con su hermano pequeño, pobre como él, con un teléfono rústico hecho con dos vasos de plástico unidos por una lana kilométrica…
El único deseo de Raculín es quedarse con la herencia de su hermano mayor, pero siempre se le tuerce el plan… Más menos como el Coyote y el Correcaminos…
...la original cama de Raculín
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